sábado, 27 de octubre de 2012

Para lograr que nuestros hijos sean responsables y disciplinados, no debemos olvidar que todas las personas aprendemos con la práctica. Las palabras se las lleva el viento; es el ejemplo el que cala en lo más hondo; por esto padres y madres somos modelos insustituibles en el proceso de adquisición de hábitos responsables. Así, es fundamental mostrarnos con autodisciplina, control y dominio de nosotros mismos en los actos de nuestra vida diaria.

viernes, 26 de octubre de 2012

"Es que soy el único de mis amigos que...!

Esta queja es más que probable que la escuchemos alguna vez a nuestros hijos adolescentes. Antes tales quejas, es bueno intentar llegar a una salida consensuada, más que impuesta por la fuerza.
Esta queja la podemos escuchar por diferentes motivos, como son, por ej :
-"Todos mis amigos se quedan hasta más tarde".
-"Soy el único que no tiene moto".
-"Quiero ponerme el pelo de tal forma".
-"Quiero ponerme ese tipo de ropa".
-"Quiero ir a tal discoteca".
-"Ninguno de mis amigos sigue saliendo a hacer aburridos planes familiares". etc
Ante estas o similares quejas, ¿como podemos reaccionar? La imposición debe ser nuestro último recurso.
Antes ha de haber un diálogo constructivo, que permita llegar a un acuerdo.
Lo primero que hemos de hacerle ver que tener personalidad no es hacer, decir y pensar igual que los demás, sino, más bien, ser capaz de tener ideas propias y tener la valentía de discrepar de los demás cuando sea necesario.Es preciso que reflexionen si realmente son ellos los que eligen o bien permiten que sean otros los que piensen y elijan en su lugar.

martes, 23 de octubre de 2012

¿Somos amigos de nuestros hijos?

Hoy en día se han puesto de moda en muchas series televisivas modelos de familias muy peculiares en donde los padres son practicamente "amiguites y coleguillas" de sus hijos, con los que comparten en gran medida la forma de hablar, pensar e incluso actuar.
El gran error de esta actitud está en el hecho de que los padres nunca deben bajar ese "escalón" que les separa de sus hijos y en el que se fundamenta su autoridad sobre ellos. Si lo hacen, estarán renunciando a su papel de tales. Ya deciá Aristóteles que la amistad como tal solo se puede dar entre iguales, y pienso que tiene razón. El problema es que un padre y un hijo nunca podrán ser meros iguales ni estar al mismo nivel.
 Un padre no es que no sea amigo de su hijos, sino que es mucho más que eso: es su padre, que no es lo mismo.

viernes, 19 de octubre de 2012

LA EDUCACIÓN EMPIEZA EN CASA.

 “Una profesora llamaba la atención a una joven estudiante ante su mal comportamiento y ella, con rostro y voz amenazantes, le espetó en presencia del resto de alumnos, ¡joder, no te pases que no ha sido para tanto!”.
 Tengo claro que la raíz del problema está en los padres, en la propia familia. Porque lo que no enseñas en casa, las reglas que no impones, difícilmente brotan por sí solas en el colegio que está intentando formar a una bruta como la citada.

La consistencia de la sociedad está en la educación. Incluso cuando vienen mal dadas, se apela lo primero a la educación, a fortalecerla y a cambiarla en lo que sea necesario. El que se forma no es amigo del profesor, es su discípulo, a quien el primero trata de enseñar de la mejor manera posible, dentro de un sistema educativo tan cambiante, y eso es malo, en el deseo de que ese joven tenga las mejores oportunidades personales y profesionales cuando llegue al final de su formación.
 Cada cual puede elegir. Siempre he pensado que el respeto con el que tratas a todos está en la esencia exigible para la tolerancia que debe imperar en tantos asuntos. Asistimos con preocupación a la explosión de la mala educación, la falta de respeto y el acoso a quienes se considera injustamente los más débiles de la clase. Antes de que el problema vaya a más, debemos pensarlo, empezando por los padres y nuestra falta de vigilancia ante lo que debe ser una conducta social de nuestros hijos en el respeto hacia todos los demás.