Desde pequeños vivimos en sociedad y, por lo tanto, en el proceso de aprendizaje es de gran importancia tanto la autoestima como el respeto a los demás.
Una formación ética implica el aprendizaje de conocimientos, destrezas o habilidades y la adquisición de valores morales que permitan al individuo situarse en el mundo y en las relaciones con los demás de una manera plural, responsable y tolerante.
Todos los sistemas educativos tiene como meta la integración de conocimientos y de valores éticos y morales. La sociedad actual necesita fundamentar la convivencia en la justicia, la libertad y la tolerancia. Educar en valores forma parte de cualquier proyecto educativo y social. Educar ya no es sólo instruir, sino formar ciudadanos responsables.
En el mundo de hoy, la educación en valores implica una educación multicultural, una educación no sexista y una educación ambiental.
Los valores morales son creencias que guían a los individuos, modelos de realización personal que se intentan plasmar en la conducta.
Se trata de creencias fundamentales a través de las cuales se interpretan el mundo y se da significado a los acontecimientos y a la propria existencia. Están enraizados en la cultura, se ven reflejados tanto en la manera de pensar como en la de actuar y dan coherencia a la vida.
No se concibe una persona en una cultura sin preceptos morales propios.
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